Descripción
«Es responsabilidad de todo hombre de perspicacia y entendimiento —afirma Bahá’u’lláh— esforzarse por trasladar a la realidad y a la acción lo que se ha escrito». Ser un bahá’í, «vivir la vida», significa comprender la Palabra de Dios y actuar en consecuencia, tanto individual como colectivamente. Supone lograr que la vida personal de uno y el modelo de sociedad en general sean un reflejo de las enseñanzas bahá’ís. El propio Bahá’u’lláh afirma que «el objeto de toda Revelación» es «efectuar una transformación de todo el carácter de la humanidad, transformación que ha de manifestarse tanto exterior como interiormente, afectando a su vida interior y a sus condiciones externas». De lo contrario, señala Bahá’u’lláh, «sería evidente la futilidad de las Manifestaciones universales de Dios». Cuando la humanidad recibe una nueva Revelación, esta altera el equilibrio del viejo orden social. Une los corazones y mentes de quienes la reconocen, dando lugar de este modo a una nueva comunidad. De esa comunidad tiene que surgir una conciencia capaz de comprender e interpretar las nuevas enseñanzas y la capacidad a para ponerlas en práctica, a fin de hacer del mundo un lugar diferente. ¿Cómo podemos pasar de un mundo centrado en el materialismo y la gratificación personal a otro que esté centrado en la aplicación práctica de los principios espirituales y en el servicio a la humanidad? ¿Cómo superamos las disensiones y las críticas destructivas, para llegar a cosechar los frutos del pensamiento crítico en una búsqueda unida de la verdad? ¿Cuál es la naturaleza del proceso mediante el cual comprendemos el significado de los Textos Sagrados y ponemos en práctica las Enseñanzas, de manera que podamos contribuir al desenvolvimiento de una civilización en continuo progreso? Este libro analiza la manera en que, como bahá’ís, procuramos comprender la Palabra de Dios, tal como nos ha sido entregada en la Revelación de Bahá’u’lláh, y cómo procuramos actuar, en función de esa comprensión, con el fin de lograr Su propósito.