Descripción
Entra en la naturaleza del misterio del sacrificio que quienes se sacrifican sean inconscientes de sus actos o minusvaloren el pleno alcance del poder espiritual que con ello se pone en marcha. Y esto es lo que parece haber sucedido con el sacrificio que constituye la trama y urdimbre de este libro. Cuando, en ‘Akká, en determinado día de 1870 Mírzá Mihdí, la Rama Más Pura, cayó de la claraboya de los cuarteles, de cuyas resultas quedó mortalmente herido, todos los testigos pudieron comprobar que se encontraba en la antesala de la muerte. Su padre, Bahá’u’lláh, le ofreció salvarle la vida. Sin embargo, Mírzá Mihdí escogió sacrificarla, diciendo que confiaba en que con ello se abrirían las puertas de la cárcel permitiendo así que los bahá’ís pudieran visitar a Bahá’u’lláh una vez más.